7 Pobles. Domingo. DIA 0

Hacía tiempo que los Rayitos estaban preparando esta aventura. Este año 2024 dudaron entre un par de sitios pero pronto se decidieron. Un lugar bonito, no demasiado lejos de Castellón y con caminantas no demasiado duras para los nuestros. El resultado de la búsqueda fue la Ruta dels 7 Pobles de la Tinença de Benifassà. Una ruta circular creada uniendo los antiguos caminos que conectaban los pueblos de la cormarca. Desde la propia comarca estaban dando tímidos pasos para dar propaganda de estos caminos ayudando en la ligística a los posibles caminantes que quisieran andar por sus sendas. Se puede ver en la web https://www.7pobles.com/es/

La zona de la Tinença tiene un algo especial. Es poco conocida, poco habitada y poco visitada, se encuentra en el límite entre las provincias de Castellón, Tarragona y Teruel y tiene una espectacular variedad de flora y fauna. Era perfecta para la aventura de ese año.

En cuanto al esfuerzo que costaría realizar la ruta, estaba muy adaptada para los Rayitos. Sin esforzarse demasiado, en 4 días se podría hacer. Normalmente por internet se propone hacer en tres o cuatro días, pero para los nuestros, con cuatro estaba bien. tampoco era cuestión de forzar la máquina.

Una vez realizada, en total saldrán 74,410 kilómetros con un desnivel acumulado de casi 3.000 metros. Así a bote pronto parece mucho, pero separado en 4 días no es tan terrible. Nuestros caminantes aún pueden con esto.

Para la convocatoria de este año, la aventura de los Rayitos contaba con un actor especial. Fede andaba con las rodillas fastidiadas que le impedían hacer grandes caminatas, pero aun así quería participar en la expedición. Él se encargaría de realizar la intendencia durante los días que durara la odisea. Gracias al apoyo de Fede, los nuestros tenían chófer permanente, se pudo dormir todos los días en el mismo sitio y se pudo comer y cenar todos los días en casa, y además muy bien.

De todos los pueblos de la comarca (realmente la Tinença no es una comarca, es una subcomarca del Baix Maestrat), el más grande y con más vida es la Pobla de Benifassà, que cuenta con 200 y pico habitantes, aunque realmente, si se pregunta a los propios del pueblo, viven menos de 30 personas. Ese sería el centro de operaciones de los Rayitos. Una vez tomada esta decisión, Gilbert, el gestor del grupo, alquiló una bonita casa rural en el pueblo para 4 personas y 4 noches.

La salida desde Castellón a la Pobla de Benifassà fue un domingo sobre las 17.00. La ruta caminando se haría del lunes al jueves siguiente. Fede, que llevaba el coche, paso a recoger al resto de aventureros, Gilbert, Kiko, y Toni. El viaje se hizo sin incidentes y la llegada a la Pobla fue sobre las 19.00.

Entre turistas y personas del pueblo, había bastante gente a esa hora en la calle. Los Rayitos fueron al bar a preguntar por la casa y por el casero. Tomaron una cervecita mientras esperaban al dueño, que se retrasó. En el bar estaban a la venta camisetas de maquis y preguntaron para comprar. Los maquis eran la guerrilla antifranquista que se organizó en España tras la Guerra Civil y que, en esa zona, estuvo muy activa y duró bastante tiempo. Con lo agreste y escarpado del terreno, la comarca era perfecta para esconderse y hacer el tipo de escaramuzas que utilizaban los maquis para sus propósitos. Los maquis son, incluso ahora, un elemento importante en la historia de esta comarca. La semana siguiente se celebraban las cuartas jornadas de los maquis de la comarca. En estas jornadas se haría una especial difusión a dos personas a las que se aplicó la Ley de Fugas, que consistía básicamente en un principio, "si corres, te disparo". Ambos murieron de un tiro en la espalda.

Pepe, el dueño de la casa, contó a los nuestros algunas cosas que pasaban mientras los maquis estaban por la zona. Fue un problema con las masías aisladas. Cuando pasaban los maquis, había palos si no les daban de comer, y después, cuando pasaba la guardia civil, había palos si habían dado de comer a los maquis. También los guardias se hacían pasar por guerrilleros a ver como se comportaban las personas que se relacionaban con ellos. Mas tarde, la guardia civil obligó a los masoveros (los que vivían en las masías) a ir a dormir al pueblo y dejar las llaves a los guardias. Muchas de las masías se abandonaron y quizá esto fue una de las causas que contribuyó aunque en poco grado, a la despoblación de la comarca

Una vez los nuestros tomaron posesión de la casa, que estaba muy bien, dieron una vuelta por el pueblo y degustaron una cervecita en una terraza (la del hotel) que, para ser domingo por la tarde, tenía completo. La misma dueña (Teresa, una post-hippie de la zona) preguntó si había un congreso o algo porque esa cantidad de clientes para un domingo por la tarde no era normal. Los que llevaban el hotel y la terracita era una pareja simpática que se refugiaban de la vorágine de la vida moderna en esta isla de paz y gatos que era la Pobla. La una (Teresa) era de Barcelona y el otro de Sevilla. Servían una cerveza muy fresca con jarras congeladas y la terraza estaba llena de cartelitos curiosos para solaz de los clientes.

Ya anocheciendo, Fede, Gilbert, Kiko y Toni fueron a su casa a cenar. El chef Fede preparó unos espárragos y setas. Algo ligerito.

Luego, todos fueron a dormir pronto que al día siguiente había que madrugar y tenían trabajo que hacer. La aventura estaba a punto de comenzar.